lunes, 8 de octubre de 2007

LANZADO POR LOS ÁMBITOS ABIERTOS LOS PULMONES RESPIRAN CON AMPLITUD Y EL CORAZÓN LATE EN LIBERTAD DE SENTIMIENTOS


Abrimos el postigo, ingresamos en el ámbito que es santo cada vez que prestamos la atención debida al momento presente.

Somos dioses cabales cuando tratamos a cada ser y cada cosa con el absoluto respeto que merecen, como sólo puede tratarse a los dioses, como los dioses acostumbran a tratarse unos a otros.

Los dioses envían sus mensajeros celestes. En ocasiones su presencia no nos resulta del todo grata. Pero los mensajeros celestes van a regresar una y otra vez hasta que aceptemos sus dones.

Hemos de respetar las cosas, no al modo de hacerles reverencias, sino a modo de cuidar nuestros gestos hacia ellas.

Nuestros gestos son reflejo del ánima en nuestro cuerpo animado. De ahí que cada uno de nuestros movimientos sea un símbolo, una danza o espectáculo ante el cosmos.

No es necesario sentirse uno mismo pequeño. Pero sí es necesario aceptar la grandeza absoluta de todos los seres.

No hay comentarios: