sábado, 6 de octubre de 2007

EN EL LUGAR DEL OTRO II


Es mucho lo que podemos ofrecer a las personas que conocemos.

Pero hay dos funciones de no poca importancia que no podemos ofrecerle a nadie ni hacer en el lugar del otro. Estas dos funciones son la voluntad y la consciencia.

Estas dos funciones son los ámbitos propios de cada individuo, su tarea personal. En realidad, procurar establecer nuestra comprensión y nuestra voluntad en otras personas es un intento de restarle voluntad y conciencia propia.

Pero aunque nosotros no podamos internarnos de ningún modo en tales lugares, en el lugar del otro, sí hay, en cambio, tareas que nos corresponden respecto a las personas que acompañan nuestros días. Estas nuestras tareas son las relativas a nuestra propia conciencia y a nuestra propia voluntad.

Trabajar en uno mismo es trabajar por los otros.

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