martes, 4 de septiembre de 2007

BIEN REGADO HUERTO DE LA ABUNDANCIA


No hay razón ninguna para reclamar los supuestos frutos que supuestamente se nos adeudan.

El huerto está bien regado por albercas y acequias. La tierra que lo nutre es negra y está llena de vida, de nacimiento, de muerte y de vida. Sobre él restalla el cielo celeste, un celeste el color del cielo que se funde de oro con el añil y con el blanco sobre nuestras cabezas y nuestros pechos abiertos.

No necesitamos una esperanza ni una promesa de lo futuro, pues ya todo nos ha sido entregado.

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